El etíope 
no respetó la jerarquía y venció a su compatriota y campeón mundial Gebre-Egziabher Gebremariam en Amorebieta, cuya 56 edición del Cross Internacional Zornotza se corrió bajo el sol y sobre un circuito nevado y embarrado.
De esta forma, Gebremariam, batido en un esprint de unos 250 metros, en el que hicieron muchos metros hombro con hombro, perdió su condición de invicto en esta temporada crossista, tras vencer consecutivamente en la prueba portuguesa de Oeiras y en las españolas de Atapuerca, Soria y Alcobendas.
Los jueces adjudicaron idéntico tiempo a los dos corredores, 35 minutos 24 segundos, al final de los 10,7 kms. dominados por la pareja etíope, que hizo los 2.200 metros últimos sin asomo de competencia por el campeón de Europa, Alemayehu Bezabeh, español de origen etíope.
Inicialmente, 18 atletas se agruparon en la cabeza de la prueba.
Pasado el km.2 sólo 10 se mantenían en el pelotón de fugados. Dadas las condiciones del recorrido, blanco por la nieve en parte y bastante ‘caldoso’ y con barro en numerosos tramos del espléndido circuito de Jauregibarria -dotado de rampas naturales, toboganes y un forzado zigzagueo- llamó la atención el vivo ritmo metido entre los kms. 6 y 8.
Sin duda, fue por la ambición y fortaleza física de Gebremariam y Mesfin, que descolgaron uno a uno a sus rivales. El leonés del F.C.
Barcelona Sergio Sánchez dio la cara durante los seis primeros kilómetros para ceder terreno a los africanos. Sánchez, primer blanco, acabó séptimo en una prueba dura, agotadora, que el veterano Eliseo Martín y el joven Iván Fernández remataron en meritorios puestos octavo y noveno.
El desenlace de la prueba estelar resultó brillante y mantuvo el suspense sobre la identidad del vencedor hasta los 8-10 metros finales, cuando, Mesfin, que había marcado el ritmo una zancada por delante del campeón mundial durante bastante tiempo, adquirió una mínima ventaja que le dio el triunfo.
El corredor Ayad Lamdassem -habitual de la selección española de fondo-, cuarto clasificado, alcanzó la meta en muy malas condiciones por lo que necesitó la asistencia de los médicos de Cruz Roja. El marroquí Mohamed Blal, que perdió las dos zapatillas en el barrizal, terminó la prueba en camilla con problemas de hipotermia. Arturo Casado (12) y Pol Guillem (13) realizaron un buen papel en Amorebieta, certificado por sus posiciones entre los 15 primeros.
La competición femenina, sobre 6.700 metros, tuvo dos grandes protagonistas: Ann Karindi Mwangi y Adrienne Herzog, que se desembarazaron de sus más peligrosas rivales antes del km. 4, es decir, de Grace Momanyi, Rosa Morató y Btissam Lakhouad.
Mwangi -una parte de su carrera deportiva la ha hecho en Japón, donde perteneció al Team Suzuki e hizo 8:43.54 en 3.000 metros- tardó mucho en desmarcarse de la holandesa Herzog, convertida en ‘sombra’ de la keniana. La medallista de bronce en el pasado europeo gustó por su tenacidad y recursos, pero no pudo impedir ni el éxito de la africana (24:22) ni los 11 segundos en los que quedó distanciada.
La vigente subcampeona europea y campeona de España, Rosa Morató -finalmente, cuarta- corrió en solitario con entereza y recursos sin posibilidad alguna de enganchar a la keniana Momanyi y sin aflojar el tren de carrera evitando que la marroquí Lakhouad albergara ilusiones de conseguir tan siquiera la ‘medalla de chocolate’.
La catalana Jacqueline Martín, octava, pudo en las maniobras atléticas con las cántabras hermanas Fuentes-Pila, Iris y Zulema. Se constató la notable actuación de la navarra Estela Navascués y progresión imparable de la vasca Ainhoa Sanz, con 20 años, la más joven de todas las participantes en esta fría matinal.
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