Las dudas de Sergio Román quedaron disipadas enseguida, cuando el hernaniarra, kilómetro tras kilómetro, miraba su reloj y picaba ritmos cercanos a los 3:05 minutos el mil. La semana pasada fue bronce en Zaragoza sobre 3.000 metros, en el Campeonato de España de Veteranos en pista cubierta, y no sabía cómo iba a responder su cuerpo en una distancia superior. Lo hizo de forma plenamente satisfactoria, hasta el punto de otorgarle una holgada victoria en la décima edición de la Carrera de Primavera, organizada por Donostiarrak y UPV/EHU, y patrocinada por NOTICIAS DE GIPUZKOA.
El triunfo, incontestable desde que en el segundo kilómetro Román soltó al navarro Cristóbal Galera, pudo tener una guinda perfecta con la mejor marca personal del hernaniarra en la distancia, pero ayer primaron otras cosas respecto al crono. El atleta guipuzcoano pasó por el kilómetro cinco en 15.31, cuando su mejor carrera sobre 10.000 metros la cubrió en su día en 31:21. El récord particular estaba a su alcance. Entonces, en el ecuador de la prueba, y también a solo mil metros de la línea de meta. Pero allí esperaba Nahia, la hija de cuatro años de Román, quien llegó a la zona final consciente de su amplia ventaja sobre el segundo. El de Hernani paró, tardó unos segundos en convencer a su hija, terminó cogiéndola en brazos, y cruzó con ella la línea de meta. Tiempo final, 31:51. Marca personal de Román, 31:21. Su último kilómetro ayer, 3:40. Los cálculos resultan sencillos: Sergio tenía su mejor marca al alcance y la sacrificó por la fotografía que ilustra esta página.
Ayer salió a ritmo, cubriendo kilómetros en torno a los 3:45, y le bastó para obtener una rotunda victoria en su categoría. Y es que Behobide aventajó en más de dos minutos a Idoia Ezeiza, la segunda clasificada.
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