La subida alpina a Aloña afronta su primera edición ‘voladora’ con récord de participantes, y es que a los 290 corredores inscritos para la maratón a pie, hay que añadir los 30 parapentistas que se han unido a la modalidad de paramontaña y efectuarán la bajada de la cima volando.
Tras meses de preparativos, los organizadores cruzan los dedos para que la lluvia, y sobre todo el viento, no empañen la fiesta deportiva y los atletas inscritos, disfruten del espectacular trazado de media montaña. «Estamos muy satisfechos -explicaban ayer fuentes de la organización- hay mucha ilusión por ver cómo sale lo del parapente, que es una novedad que puede resultar espectacular y exportable a otras citas, así que solo falta que el tiempo acompañe».
La carrera mantiene el recorrido habitual, pero en paralelo a la Subida Aloña, se dará pistoletazo de salida a la competición de para-montaña. Al mismo tiempo que los corredores salen de la plaza de Oñati, desde Urtiagain (490 metros) saldrán los para-montañeros, con sus parapentes a la espalda. Tendrán que subir 750 metros de desnivel positivo durante los 3,5 kilómetros que les quedan hasta la cruz, por lo que se prevé que puedan llegar a la cima junto con los corredores.
Una vez en la cumbre, los corredores emprenden la bajada como siempre, mientras que los para-montañeros saltarán y tendrán un buen tiempo para recuperar la respiración. Estos últimos bajarán en Berezano, plegarán el parapente, y con la mochila a cuestas saldrán corriendo hacia meta (1 kilómetro), uniéndose en los últimos 800 metros con los corredores, llegando más o menos al mismo tiempo. La organización ha explicado que habrá dos clasificaciones, con sus respectivos premios, pero pese a ello el reto de si los parapentistas llegarán antes que los corredores está en la calle.
Otra de las novedades de esta edición es el denominado ‘Reto de los ganadores’ que permitirá al primer clasificado llevarse, a parte de los 300 euros, txapela y demás presentes, otros 100 euros por cada edición que haya ganado. Este reclamo será especialmente interesante para corredores como Zinca y Becerra con dos victorias, ya que si gana uno de los dos (con la presencia del otro), se llevaría los 300 euros de premio más otros 300 (tercera edición), 600 euros en total.
Lo cierto es que la organización se ha volcado en la prueba con el objetivo de convertirla en todo un referente y un gran espectáculo, y por eso la tercera novedad es que «todos los que terminen la prueba tendrán un regalo que supera con creces la cuota de inscripción, una camiseta y pantalón pirata técnico para correr. Eso sí habrá que ganárselo con el sudor de la frente.
Por lo demás recordar que la organización decidió retirar el dorsal número 1, en recuerdo de Iban Altube, corredor oñatiarra recientemente fallecido que estaba muy ligado a esta subida y al que sus compañeros han decidido rendir homenaje.
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