Rafael Iglesias ha vuelto a ganar el duelo personal con Chema Martínez, como sucediera en 2009, al final de los 20,1 kilómetros de la clásica carrera Behobia-San Sebastián, enlutada por el fallecimiento de un atleta, castigada por la lluvia y con la anécdota de que los etíopes tomaran la salida con 44 minutos de retraso por un despiste.
Aunque las inscripciones rebasaron la cifra de 20.000, los que en realidad tomaron la salida fueron 17.437 corredores, primero perjudicados por el viento y una cortina de agua, pero a partir del km.10, de su paso por Lezo, debieron soportar lluvia sin tregua.
La mala meteorología no fue lo peor, sino el desfallecimiento del corredor vizcaíno de 40 años César E.B. -según nota de la entidad organizadora, Club Deportiva Fortuna- poco antes del puente del Kursaal. Una parada cardíaca, preludio de su fallecimiento en torno a las 14,15 horas.
En el lado anecdótico, lo sucedido con los corredores etíopes que debían animar la cabeza de la carrera, ellos y ellas, que tomaron la salida con un retraso de 44 minutos a causa de un despiste con el coche que les trajo, sus chips para las zapatillas y la localización del punto de partida.
Rafa Iglesias y Chema Martínez tomaron la delantera apenas cubiertos los dos primeros kilómetros. El paso por el km.5 fue en 15:11, con a Gontzal Sanz sus espaldas a 7 segundos.
Arreció la lluvia y bajaron el ritmo los dos hombres de cabeza.
El alavés Sanz, que atraviesa un feliz momento de forma, les dio alcance y fueron juntos los tres hasta las inmediaciones del puerto de Pasaia, donde volvieron a desprenderse de la compañía del corredor del Club La Blanca-Vitoria Gasteiz.
A falta de unos 3.000 metros de asfalto para cruzar la meta en el Boulevard, es decir, en la subida al alto de Miracruz, el salmantino se distanció del madrileño y llegó al final de la prueba en 1 hora 1 minuto 11 segundos. Cincuenta segundos más tarde lo hizo el maratonista Martínez. Sanz ocupó el tercer peldaño del podio.
El saharaui Salah Amaidan finalizó séptimo. El mejor de los etíopes fue Akebom Hadah que invirtió en realidad 1.03:39, pero al que hubo que aplicar un plus de 44 minutos, el de su retraso en tomar la salida, lo que significa, no obstante, que rebasó a muchos cientos de corredores.
La vencedora de la carrera femenina fue la donostiarra María López de Tejada, en 1.15:10. En este caso, la primera de las mujeres etíopes, Tigist Gebreselassie, invirtió en realidad 1.08:34 que hubiera sido récord de la prueba, no materializado al aplicársele los 44 minutos de retraso.
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